ypg
28.04.2019 15:04:13
- #1
Hola Yvonne,
el pintor realizó los trabajos de yeso y pintura. Pedido y pagado en el T3. Antes ni siquiera sabía que existía el T4.
Como ya escribí antes, en parte es culpa mía. Realmente confiamos plenamente en el contratista general, dijimos: Mira, aquí está nuestro presupuesto, construye la casa X. No podemos hacer nada nosotros mismos, los dos todavía trabajamos en Suiza y regresaremos en casi 2 años. Él nos dijo: No hay problema, ya hemos construido muchas casas para clientes que viven lejos, no tienen que preocuparse por nada, solo hacer las maletas y venir. Entonces firmamos y eso fue todo. No teníamos ni idea de techos de placas de yeso, distancias de las tuberías de calefacción por suelo radiante ni de nada. Solo escuchamos una y otra vez: Nosotros nos encargamos. Al final uno queda muy, muy decepcionado por muchos errores (ciertamente no catastróficos, pero innecesarios y molestos) y pequeños chapuzas. Ese es el verdadero problema. Como dije, somos culpables, demasiado confiados, demasiado poco desconfiados al leer la descripción tan vaga de la construcción, etc...
Creo que tú construiste hace unos 5 años o así. Tal vez entonces todo era un poco mejor. No tan enfocado en el abuso y las chapuzas.
Puedo estar de acuerdo contigo en casi todo. Con nosotros fue similar. La confianza que menciono no es confianza ciega, sino la confianza básica.
Nosotros tampoco sabíamos realmente qué significaba el T2 al final. Yeso en la planta superior, etc. Tuvimos suerte en nuestra ingenuidad y, sí..., a nuestra edad ya no nos molestamos tanto por estos errores (que no son defectos). Escribí en las primeras páginas que mi esposo tuvo un pequeño derrame dos semanas antes de comenzar las obras. Cuanto más viejo eres, más descuidado te vuelves con estas molestias.
Nuestras grietas aparecieron después de 4 años. Para nosotros está claro: algún día poner acrílico y, si es necesario, volver a pintar. Nuestra mirada se dirige más bien hacia el espejo con las primeras arrugas y hacia la olla. Esperamos con ganas el verano, aunque la fachada de madera en el lado sur también ha sufrido ya.