Si Behjälplig es práctico: al principio era escéptico sobre si todo funcionaría bien, pero a juzgar por la primera impresión, esta bisagra auxiliar cumple su propósito correctamente. La puerta del lavavajillas se mantiene en cualquier posición deseada, se cierra casi por sí sola al final y no se ve tan ridícula como temía.
Cuánto durarán las piezas de plástico en uso continuo lo demostrará el tiempo; sin embargo, pienso que si se acumulan las reclamaciones debido al desgaste de las bisagras, Ikea fabricará una versión de aluminio/metal (como las guías que ya son de aluminio) – ojalá.
Para que los deslizadores de plástico no se desgasten tan rápido, aplicaré un poco de Ballistol (u otro lubricante similar) donde los deslizadores se deslizan hacia arriba y abajo por la guía, y también en las dos bisagras en la parte inferior.
En cuanto al peso adicional en la puerta del lavavajillas: sólo se añade el peso de las dos listones de madera que se atornillan a la puerta del lavavajillas – que quizá pesen 1 kg (si acaso) – la puerta frontal en sí no cuelga del lavavajillas sino que descansa en las bisagras de Behjälplig.