No se trata de modestia al elaborar y cumplir el presupuesto. Se trata de planificar y de la pregunta que siempre se vuelve a plantear con W., ¿para qué sirve ese extra, lo quiero o lo necesito? Una pareja mayor seguramente no renunciará a puertas de un metro de ancho o a una ducha tipo walk-in, pero tal vez sí a gadgets tecnológicos como el control por voz de las luces o similares. Un propietario en la costa, donde incluso durante el período de calor actual la temperatura siempre está por debajo de los 30, no necesita ni aire acondicionado ni persianas enrollables, pero un propietario en el Rheingau podría necesitarlo. ¿Para qué necesito ventanas de colores? ¿Para qué tejas esmaltadas? ¿Por qué en zonas rurales puertas de seguridad caras? ¿Por qué debe estar empedrado el acceso al patio? ¿No podría ser mejor una piedra de río del Rin más bonita? ¿Existen conceptos de ventilación exitosos que puedan sustituir una costosa ventilación controlada de viviendas? ¿Por qué debe ser una baldosa de suelo mayor a 60x30? ¿Necesita la ducha walk-in una puerta de vidrio cara o funciona sin ella o incluso con una cortina? ¿Por qué KfW 55? ¿El subsidio de la KfW compensa los costos adicionales? Esas son las preguntas que todo propietario en construcción comercial se hace y responde para sí mismo. Así también debe actuar en el ámbito privado. No siempre saldrá la misma respuesta, pero se evitarán decisiones precipitadas en la elaboración que luego resultan caras.