Tu error de pensamiento es el siguiente: Por lo general, a medida que aumenta el ingreso, también lo hacen las expectativas. El mejor ejemplo es el ingreso disponible como aprendiz o estudiante. La mayoría se las arregla con 800 euros netos. Después de terminar la formación o los estudios, se gana más y por primera vez aumentan las expectativas y se gasta más dinero en consumo y en parte también en seguros y previsión para la jubilación.
Eso puede ser uno de mis errores de pensamiento...
Personalmente, aparte de viajar y ahora de la vivienda, no gasto ni un euro más para mí que cuando era estudiante. Tampoco tengo el deseo de conducir un Mercedes GLS, ni siquiera sé cómo es.
En cambio, sí es una necesidad para mí poder hacer frente a la formación de mis hijos.
Eso se llama préstamo de nuestros padres y, por diversión, también pagamos intereses. Pero se trata más de no perjudicar a los hermanos que aún no están construyendo.
Si mis padres eligen una residencia de ancianos muy cara en la que les gustaría vivir o de repente solo quieren viajar por el mundo, reciben de vuelta cada euro.
Para nuestra financiación eso no sería ningún problema.
Personalmente, nunca pediría dinero a mis padres/abuelos, no importa para qué. Mi marido y yo estamos orgullosos de haber conseguido un buen capital propio de seis cifras por nosotros mismos.
Nosotros también hemos conseguido un capital propio superior al de la mayoría aquí gracias a nuestros ingresos y a nuestro modo de vida muy ahorrativo. Podemos mantenernos perfectamente por nuestros propios medios. Sin embargo, acepto simplemente los regalos que la otra persona quiera dar y pueda dar sin problemas.
Si les regalara a mis padres una cafetera automática, se enfadarían porque he gastado tanto dinero en una tontería innecesaria. Si les regalo un viaje, se ven en la incómoda situación de sentirse obligados a hacer algo que en absoluto quieren.
Es cierto. Lo decisivo son los 10 años.
Pero ¿realmente es una práctica común hoy en día entre los que están a mediados de los cincuenta? En mi familia no es ningún tema.
Tampoco siento que sea un tema en el círculo de conocidos. Los cincuenta y tantos son los nuevos cuarenta. Nadie piensa todavía en necesidad de cuidados.
En mi círculo de amigos ya circula mucho dinero basado en el motivo de los 10 años. Aquí se trata más de evitar el impuesto de sucesiones que de posibles costes de cuidados.
El caso de necesidad de cuidados definitivamente hay que tenerlo en cuenta.
Sin embargo, una residencia de ancianos cuesta unos 3000 €/mes. La pensión/de retiro de mis padres es mayor en ambos casos y también existe un seguro de cuidados. Así que el Estado, con suerte, será el último que tenga que pagar por mis padres o por mí...