La cita in situ con el perito en el sentido de una asesoría de compra es una necesidad absoluta para cada interesado. Normalmente, ni el interesado, ni el propietario ni el agente inmobiliario saben evaluar correctamente el estado de conservación del objeto y tampoco pueden aportar nada sustancial sobre los costos de renovación y remodelación. En objetos "renovados" también debe evaluarse la conservación del valor y la coherencia constructiva/física de las medidas ejecutadas. Muchos objetos están chapuceros o son "maquillados para la venta". Hay que evitar dejarse engañar por una superficie bonita.
Además, se deben obtener y revisar una serie de documentos que puedan evidenciar diferentes cargas sobre el objeto. El comprador naturalmente debería adquirir solo una propiedad libre de cargas. También se debe verificar que la propiedad, en todas las etapas de construcción, cumpla con la normativa urbanística y que cuente con los permisos correspondientes. Se ha construido y se sigue construyendo mucho sin licencia. Si es susceptible de ser aprobado, puede ser legalizado; algunas construcciones privadas no lo son y por lo tanto, en principio, no forman parte de la superficie en venta. A veces, el inmueble se reduce considerablemente durante la asesoría de compra si se descubre que el cobertizo/establo/ granero/ ampliación remodelados nunca fueron solicitados para construcción.
Finalmente, el perito puede también realizar un cálculo aproximado en relación al precio de compra exigido, aunque en la actualidad la demanda está impulsando mucho los precios.
Conclusión: después de la primera visita, si la propiedad es considerada en principio, se debe concertar una segunda cita con el perito. Para ello, el propietario/agente debe dar su consentimiento. Si no, algo no está bien con el inmueble y no debería ser considerado más. Una inspección detallada dura aproximadamente 2 horas en el lugar y debe ser contemplada por el agente inmobiliario. No se debe dejar presionar y hay que observar con mucho detenimiento.