Principiante Tuvimos tres arquitectos y cada uno hizo como diez intentos.
Como ya escribí en tu hilo, tiene razones banales (aquí también, por cierto). Si las ideas sobre la casa y el terreno son dos cosas diferentes, entonces el número de intentos hasta que uno lo entienda puede ser casi infinito. En consecuencia: con cada bloqueo mental que uno está dispuesto a ir deshaciendo, se acerca a la solución (del nudo).
En principio, no es difícil:
Se empieza con la comprensión de que no es una vergüenza que las personas no solo tengan diferentes tipos de sangre y colores de ojos, sino también diferentes capacidades imaginativas para las medidas.
Luego se toma una cinta métrica y se dibuja el apartamento existente con medidas. Se conocen esos espacios, se sabe dónde hay amplitud y dónde hay estrechez, y así se comparan con cifras las dimensiones.
Después se coge unas tijeras de manualidades y se recortan los muebles en cartón, en una escala adecuada (por ejemplo, 1:25).
Con cinta de pintor se delimita en el suelo qué tan poco espacio para caminar hay alrededor de la cama y delante del armario.
Todo esto no lleva a una experiencia ¡eureka! en el primer intento. Pero así se pueden evitar fácilmente una docena de grandes fracasos.
Un arquitecto (es decir, un diseñador profesional de casas), que (¡aun así!) hace diez intentos fallidos, puede que no sepa escuchar o que no se atreva a disuadir a los propietarios de las ideas más imposibles.