Ahora voy a decir algo muy distinto. Tienes que ir decidiéndote poco a poco. Cuanto más pongas aquí, más salvajes serán las ideas. Siempre hay alguien que quiere hacer algo diferente, y tú tienes que vivir allí, no yo ni nadie más. Luego aparecen ideas locas como que un [Wäscheschacht] también sería muy bueno, sí, uno también se puede meter un [Schrubber] en el trasero y pitar la [la paloma]. En algún momento, y no muy lejano, tu empresa constructora dirá que basta de juegos. O así o fin. Porque si ya empieza tan complicado, quién sabe qué estrés más nos traerá esta clienta. ¿Ok? Está claro que el cliente es el rey, pero la nobleza también obliga. Karsten