Mi cuñada una vez habló con entusiasmo de su crucero por Aida, que todo es tan relajado y que no tienes que preocuparte por nada, excepto por lo que quieres ponerte por la noche... eso es exactamente lo último en lo que quiero pensar.
Bueno, también puede ser estresante planear de forma óptima una excursión de un día por tu cuenta. Jeje. En AIDA la ropa tiene un papel más bien secundario. (Por favor, no tomes la cita tomada de ti de forma personal; fue lo último que se leyó aquí)
Pero aquí se trata de costos. Cómo alguien pasa sus vacaciones, encuentra la mejor relajación, cumple sus deseos o amplía sus horizontes es algo individual y no debería ser juzgado.
Si el dinero es escaso después de construir la casa, entonces esta tasa de ahorro es más fácil de disolver que los costos de vida.
No es raro que los constructores no se reconozcan en el papel de disfrutar el jardín, quizás en sus días libres prefieran hacer trabajos manuales en lugar de tomarse un descanso (una playa bonita o una ciudad extranjera), sino que piensen que continúan con su vida en la vivienda. Que la libertad de hacer algo, o el programa de mimos o deporte ahora se encuentre entre sus cuatro paredes o en el jardín, eso puede ser un proceso.
Por cierto, para (recuerdos) especiales no hace falta gastar dinero ni viajar lejos.
Para impresiones nuevas sí, porque los servicios, el transporte y/o el alojamiento cuestan dinero. Ya sea que uno vaya de vacaciones de invierno para hacer deporte y après-ski, alquile una autocaravana para una libertad óptima o le atraigan playas lejanas (la enumeración no es exhaustiva), siempre se necesita dinero, más o menos. Todo incluido o planificado libremente.
Si uno debe o se siente obligado con su familia a "darse un capricho" además de la casa,
puede disfrutar del bienestar y el deporte también en su entorno, con una visita a la piscina cubierta, una sesión de masajes y luego en casa en la bañera o en la tumbona del jardín. También puedo seguir el Camino de Santiago corriendo por mi cuenta, hacerme un tratamiento cosmético raro o ir a un lago cercano, sentir la adrenalina en la emoción de la siguiente gran ciudad... Todo esto no es una vergüenza, es posible y factible.
Quién gasta dinero en qué cuando vuelve a tener liquidez es cosa de cada uno.
Sin embargo, es incomprensible si alguien se da unas vacaciones caras e innecesarias y luego no sabe cómo pagar la costosa reparación del coche familiar. Pero un constructor también debería poder tomar decisiones conscientes aquí.