Un perito de la construcción puede ser muy útil para asegurar que un proyecto de construcción se ejecute correctamente y para identificar posibles defectos o daños a tiempo.
La presencia de un perito de la construcción puede evitar errores en la obra y minimizar retrasos en la finalización del proyecto. Además, un perito también puede ayudar en la evaluación de daños en edificios o en la determinación de defectos de construcción, lo que puede conducir a una solución más rápida y justa de los conflictos.
Es cierto que los costos de un perito de la construcción pueden ser altos, pero en muchos casos pueden resultar rentables al detectar problemas potenciales tempranamente y, en última instancia, contribuir a reducir los costos por reparaciones o reclamaciones por daños.
En conjunto, un perito de la construcción puede ser una inversión valiosa para completar de manera segura y exitosa un proyecto de construcción.
Por lo general, no soy fan de los "Full Quote", pero a veces un simple "Like" con el significado de "yo también lo habría dicho así" se pasa por alto con demasiada facilidad. Cada construcción de una vivienda implica cientos de oportunidades para que los subcontratistas devuelvan al cliente la presión de precios del contratista principal y más. Además, varios oficios ya no requieren maestro, o bien en una obra se mezcla un amplio repertorio de profesionales con una formación, por decirlo amablemente, poco rigurosa. A esto se suma mi vieja charla de que para cada ventana en esquina y cada paso de instalación se debería aumentar el contador de horas laborales de un acompañante perito de la construcción correspondiente. En la publicación (externa, que conviene buscar en Google tal cual con las comillas) "Von Bauleitern und ... Bauleitern" me centré especialmente en el hecho de que el empleado del contratista principal llamado "jefe de obra" actúa, desde un punto de vista interesado, a veces de manera opuesta a un jefe de obra en el sentido del propietario: su trabajo no es evitar los
errores en sí mismos, sino que se "limita" más a la
visibilidad de los mismos durante el período de garantía. Por lo tanto, los defectos sobre los que una capa de enlucido cubrirá confiablemente con un manto de silencio hasta la "prescripción" permanecen sin corregirse si el propietario no pone a alguien que supervise. Este fenómeno no excluye completamente a contratistas principales con buena reputación.