Políticamente en términos de energía no tiene sentido. En algún lugar también tienen que crearse incentivos para cambiar de calefacción fósil a electrificada.
Pero eso es irrelevante actualmente. El tope sirve para mitigar las cargas sociales y es temporal. No tiene nada que ver con los objetivos climáticos ni con la política energética a medio o largo plazo.
Y en mi opinión también es perjudicial, porque supone un fuerte incentivo erróneo en la fijación de precios. Si el tope está en 40 céntimos, cualquier proveedor puede, por ejemplo, subir a 60 céntimos y enriquecerse significativamente con el fondo de impuestos. Al consumidor no le importa, solo ve los 40 céntimos. Tampoco necesita cambiar de proveedor si todos cobran 40 + x céntimos. Todo es igual.
Absolutamente estúpido y debería aplicarse como máximo una temporada así.
Aparte de eso, no se necesitan más incentivos para bombas de calor, energía fotovoltaica o cualquier otra cosa. Ya tenemos una demanda masiva, no hace falta poner más dinero encima. Eso solo aumenta la ganancia de los comerciantes y artesanos; el problema es la disponibilidad. Vaillant actualmente 10-12 meses para clientes particulares, me lo susurraron hace poco.