Los contratos de ahorro para la vivienda los dejaría sin tocar. Más adelante os serán muy útiles para reformas. El capital propio lo aumentaría al menos para cubrir los gastos adicionales de compra. Seguro que no falta mucho. Para nosotros, los gastos adicionales de compra fueron en su momento unos 7000-8000 euros (sin agencia, el precio de compra fue 139 000). Los tuvimos en efectivo. De lo contrario, habría sido una financiación al 100%, que tampoco debería ser un problema hoy en día y en aquel entonces solo teníamos un sueldo que además no era tan alto (2600 netos).
Con los datos básicos podéis revisar el mercado y ver una que otra casa. Si os gusta alguna con los números correspondientes (precio de compra más modernizaciones/reparaciones inaplazables), id al banco. Sin un objeto concreto, en mi opinión no vale la pena, porque una cantidad de préstamo "más o menos aprobada" no sirve si no hay una casa correspondiente donde luego se haga la evaluación vinculante y se dé la aprobación del crédito. La revisión exacta se hace de todas formas en la solicitud real. Nosotros hicimos así en su momento: primero buscamos, luego negociamos, luego con los datos y hechos correspondientes al banco (aquí: intermediario) y entonces llegó la oferta donde por fin se veían las cifras en claro.
Pienso que si la casa es sencilla y barata, es posible. Para nosotros la cuota de la casa fue igual que el alquiler básico y los gastos adicionales casi iguales, porque la casa estaba mucho mejor aislada. Eso fue antes de varias subidas del impuesto de transmisiones patrimoniales y no tuvimos agencia (2012), ¡eso también es importante!
Y con una casa antigua y sencilla: ¡dejad que un perito la revise antes de ir al notario! Puede ser, por ejemplo, el asesor energético que elabora el certificado energético necesario y también determina dónde hay necesidad de reformas. Si ese asesor energético es competente, por ejemplo un ingeniero de construcción o similar, se podría confiar en su opinión. Lo mejor es echar un vistazo en la base de datos de la dena. Tal vez se pueda organizar que el interesado esté presente durante la visita y pueda hacer preguntas.