RomeoZwo
29.10.2021 20:08:01
- #1
En mi opinión, hay otros 2 factores a considerar:
1) Con capital externo muy barato se puede crear un apalancamiento relativamente poco riesgoso. Por ejemplo, con los 200k financiar un apartamento de 600k y así más que duplicar el rendimiento del capital propio (en el cálculo muy simplificado 3*3% - 2*1% = 7%).
2) Con determinadas propiedades (restauración de monumentos) se puede reducir masivamente el impuesto sobre la renta mediante la amortización fiscal por monumentos en 12 años. Por supuesto, solo tiene sentido si hay ingresos correspondientes.
Por otro lado, puedo contar por experiencia propia que alquilar es más trabajo que administrar ETFs. Incluso sin inquilinos problemáticos siempre hay algo que reparar en un apartamento o se avecina un cambio de inquilino. Claro que se puede externalizar todo, pero eso afecta el rendimiento.
Con los años, en cuanto al rendimiento, no se debe subestimar la revalorización. Aunque las condiciones sean diferentes, me gusta comparar el alquiler con los dividendos y la revalorización con la subida del precio de las acciones.
1) Con capital externo muy barato se puede crear un apalancamiento relativamente poco riesgoso. Por ejemplo, con los 200k financiar un apartamento de 600k y así más que duplicar el rendimiento del capital propio (en el cálculo muy simplificado 3*3% - 2*1% = 7%).
2) Con determinadas propiedades (restauración de monumentos) se puede reducir masivamente el impuesto sobre la renta mediante la amortización fiscal por monumentos en 12 años. Por supuesto, solo tiene sentido si hay ingresos correspondientes.
Por otro lado, puedo contar por experiencia propia que alquilar es más trabajo que administrar ETFs. Incluso sin inquilinos problemáticos siempre hay algo que reparar en un apartamento o se avecina un cambio de inquilino. Claro que se puede externalizar todo, pero eso afecta el rendimiento.
Con los años, en cuanto al rendimiento, no se debe subestimar la revalorización. Aunque las condiciones sean diferentes, me gusta comparar el alquiler con los dividendos y la revalorización con la subida del precio de las acciones.