Normalmente se quiere tener ventanas para dejar entrar la luz (a menudo también aire, pero esto solo temporalmente y entonces pasa a ser secundario a partir de cierto nivel). Y de esas, en realidad, tantas como sea posible. Antes no se tenían ventanas tan buenas como hoy y entonces, en nuestras latitudes, eran más bien pequeñas, para no perder demasiado calor en invierno. Hoy en día ese problema prácticamente no existe, ya que las ventanas suelen tener buen aislamiento. La mayoría de las personas quieren tener la mayor cantidad posible de luz natural. Porque la luz natural ahorra electricidad, crea un ambiente agradable, "abre el espacio", mejora el ánimo y es (en cuanto a costos de operación) gratis. A veces incluso se tiene una buena vista.
Por tanto, yo siempre tendría la mayor apertura de ventana posible.
A veces el uso limita la posición de una ventana. Esta limitación suele darse más en sentido horizontal. Es decir, los muebles que se quieran colocar, objetos que se quieran colgar en la pared o conducciones que deban pasar por la pared. La altura del antepecho también depende del uso, o más bien es cuestión de gusto si, por ejemplo, se pone un escritorio delante de una ventana de piso a techo o prefieres que haya un antepecho; eso es más una cuestión de preferencia. Pero el gusto también es una razón: al menos para no dejar que los vecinos o transeúntes vean tus piernas desnudas, es una razón comprensible para poner un límite inferior a la ventana. Pero si ya tienes definida una posición, altura del antepecho y ancho de la apertura de la ventana, no se me ocurren razones (salvo tal vez técnicas o financieras) para no hacer la ventana lo más alta posible. Es decir, la caja de persiana y quizás una tolerancia de 2 cm.
Es decir, yo en tu lugar pondría 2,38 m como límite superior en todos lados. Si pudieran hacer 2,4 m en todos lados. Puede ser que con un cierto ancho y ventanas de piso a techo, la hoja se vuelva tan pesada que el fabricante quiera limitar la garantía o que algo haya que reforzar. Ahí aún se puede ver si se reduce un poco el ancho de la hoja principal.
Si hay razones financieras en contra, primero pensaría si en algún lado podría bastar con un acristalamiento fijo. En ventanas de dos hojas esa es casi siempre una opción y ahorra bastante. Luego, quizá en ventanas orientadas al norte, prescindir de la protección solar. Eso ahorra aún más, donde sea posible. En ventanas del piso superior que son difíciles de alcanzar, eliminar la clase de protección. Luego el ancho (pero mínimo 70 cm). Luego la altura, pero primero desde abajo y un máximo de 1,20 m de antepecho (borde superior del suelo terminado). Luego la altura desde arriba.
P.D.: Como última razón podría mencionarse una migraña crónica o alergia al sol, pero entonces en realidad yo seleccionaría por habitaciones y no pondría ventanas tipo saeteras en toda la casa. No porque alguna norma lo exija (que yo sepa, solo exige 1/8 de la superficie del espacio), sino por propio impulso intrínseco.
Realmente no entiendo cómo alguien sin necesidad decide no obtener el máximo en apertura de ventana. Por eso pregunto la razón.