Claro, los bancos siempre argumentan de manera que a nosotros, los clientes, nos suene muy bien. Por supuesto, con el Wohn-Riester se tiene una ventaja fiscal y, naturalmente, con un contrato de ahorro para la vivienda a largo plazo se puede lograr una fijación de intereses durante años. Pero también debe quedar claro que no se recibe nada gratis. Porque con el contrato adicional de ahorro para la vivienda se traslada parte del riesgo del banco a la caja de ahorro y la ventaja fiscal debe ser reembolsada mensualmente al llegar a la edad de jubilación. Por la minimización del riesgo debería estar claro por qué los bancos argumentan así. Además, el banco obtiene un bono con la firma del contrato de ahorro para la vivienda. Aunque, como en nuestra caja de ahorros (consulté expresamente), el empleado individual no recibe un bono por la firma de un contrato, todos los empleados tienen en perspectiva un bono variable al final del año si se alcanza un determinado volumen de ventas. Así que indirectamente se intenta de nuevo cerrar contratos adicionales, etc. Desafortunadamente, no podemos prescindir de los bancos, porque quien quiere construir hoy en día necesita mucha capital. Y los bancos siguen ganando muchísimo dinero, cuando se piensa en lo barato que obtienen ellos mismos el dinero actualmente.