Aquí en la región hay un municipio que hace elaborar planes de desarrollos urbanos muy restrictivos: mampostería vista, prohibición de techos brillantes, solo techos a dos aguas y de faldón mixto, paletas de colores definidas para muros, ladrillos y madera, altura máxima de construcción y alero, una sola planta, lista de plantas, prohibición de jardines de piedra, etc. El resultado son zonas residenciales armoniosas que presentan un carácter uniforme de pueblo, pero que al mismo tiempo claramente dejan espacio para el diseño individual. Me gusta y por eso es mi pauta para planes de desarrollo urbano.
Si realmente existen tales ejemplos donde, desde mi punto de vista, los corsés de normativas "estrechos" innecesarios no han salido mal y/o incluso han dado resultados ejemplares, entonces deberían recopilarse y analizarse como mejores prácticas (lo cual también sucede: comisiones y grupos de trabajo de concejales realizan excursiones de un día a municipios socios o municipales modelo).
Me gustan especialmente las zonas "reguladas" que evitan la acumulación de villas urbanas y cajas - el ejemplo que mencioné logra exactamente eso. Allí se encuentran o se están construyendo nuevas casas modernas que, sin embargo, encajan con su forma en un pueblo de Baja Sajonia. Donde hay menos normativas aquí, en cambio, se construye exactamente lo que tú rechazas.
Me parece que este es el malentendido central de muchos expertos en planes de desarrollo urbano: que existe una relación causal positiva (= al menos no proporcionalmente inversa) entre la densidad normativa y la supresión de excesos. La verdad es que mucho más frecuente es la conexión causal también evidente (aunque conocemos poco sobre su mecánica) entre "bien intencionado" y "mal ejecutado". Por eso recomiendo evaluar planes de desarrollo urbano previos y recientes bajo el aspecto "qué se quiso evitar y sin embargo ocurrió" o "qué mal queríamos impedir y qué libertades inocuas fueron afectadas por rebeldes".
Si en un lugar hubiera una zona "salvaje" y una "regulada", yo siempre escogería la "salvaje" y tú probablemente la "regulada".
Lamentablemente eso sirve de poco, pues a menudo sucede y no tiene el efecto deseado: quienes quieren construir tendrían la libertad deseada en la zona A, pero solo consiguen un terreno en la zona B y entonces intentan modificar las normas allí hasta casi construir una casa tipo A en B.
No prescribiría tanto. Más bien un plan marco con sistema de puntos. De modo que los 300 m² de césped puedan ser compensados con una cerca para pájaros y mariposas apta para robots. La cisterna que falta con menos superficie sellada.
Es decir, algo parecido a lo que abordé con la propuesta del Balanced Scorecard.