11ant
03.03.2017 18:03:22
- #1
No me entra en la cabeza,
... tampoco tiene por qué.
por qué un planificador/constructor común debería ser el único camino sensato y sólo así puede surgir una imagen armoniosa.
Desde mi punto de vista es simplemente más eficiente construir la casa adosada como un todo. En el interior cada uno puede seguir su propio camino.
Exacto. Por el conjunto. Se sobreestima la autonomía de las dos mitades. Cada uno tiene su propio registro de propiedad, sí - pero también lo tiene un departamento en propiedad. La parte común sigue siendo una "interfaz".
Y si se construye uno tras otro, es incluso más fácil.
No nací en una oficina, sino que ya trabajé en obra. Por eso veo esto justo al revés: la coordinación activa siempre es más fácil que dejar que primero se creen hechos, luego medirlos y después conocer las bases para la propia planificación.
Nadie tiene que celebrar su propia fiesta de inauguración un año después del vecino, sólo para tener una anchura de casa diferente y otras posiciones de paredes interiores.
El arquitecto A no pone al arquitecto B como interlocutor para la planificación ni le da archivos de planos para que pueda asegurar el encaje perfecto de su obra en la interfaz.
Y como dije: si el arquitecto A resulta ser tan necio que no se puede avanzar con él, siempre queda la opción de acudir a su colega.
Sin embargo, por principio elegir a otro desde el principio, yo lo llamaría "un niño terco". Eso tiene algo de fase de desacuerdo.