Estoy bastante de acuerdo aquí con
Mis padres tampoco tenían mucho, ahorraron para mí hasta que cumplí 18 años un fondo con 7.000€ y eso fue todo. Para el bachillerato me dieron el fondo y pude elegir si quería recibir todo de una vez para la matrícula o si preferíamos distribuirlo en los 60 meses de la duración oficial del estudio. Elegí lo segundo y así recibí 120€ cada mes durante los 5 años del Bachelor/Master. Además, 200€ de subsidio familiar. Eso fue todo de parte de mis padres. No había más. Mi abuela añadía 50€ desde lo que creo que fue el quinto semestre. Por lo demás, 350€ de BaföG. Así que en total tenía entre 670 y 720€ al mes, con lo que tenía que pagar mi habitación en la residencia universitaria de Hamburgo, cada seis meses la matrícula, seguros, teléfono, ropa, comida, etc. Como estudié un año más de lo previsto, durante el máster trabajé como estudiante en prácticas, ya que no recibía los 120€ de mis padres. ¡Y funcionó!
Y así me parece correcto, y así lo haremos también con nuestro hijo. Aprendí de manera sensata lo que significa tener y gastar dinero.
Desde el tercer semestre me di cuenta de que tenía más deseos de los que podía costearme (salir a comer, ir más a menudo a ver a mi novia a Lübeck, ropa, esquiar en agua, una bicicleta nueva...) así que busqué trabajos de ayudante estudiantil. O también, para poder ir en verano a los Alpes, lavaba platos y trabajaba tras el mostrador en una panadería 15 horas a la semana. Jamás se me hubiera ocurrido pedir dinero a mis padres aquí.
Lo bueno para mí fue que aprendí el valor del dinero. Después de la carrera (MINT) de repente tuve cuatro veces más ingresos y, aparte de pagar las deudas del estudio, me di muchos gustos. Pero creo que así debe ser: construirse la vida uno mismo y no dejar que mamá y papá lo hagan por ti.