Hay algo de verdad en eso, pero al revés también era casi siempre así antes, que uno encargaba a su albañil/fontanero/carpintero del vecindario algo y sabía que hacía buen trabajo y que no me iba a estafar. Si hiciera esto y no aquello, los otros vecinos ya me lo habrían contado. Mucho antes, los gremios y cofradías se encargaban de que todos fueran engañados por igual.
Hoy en día simplemente no se tiene esa seguridad. Por eso me parece legítimo investigar un poco más. Si son tres o cinco ofertas, bueno, para mí sería demasiado esfuerzo para cada oficio hacer cinco consultas, hacer seguimiento y luego recordar quién era quién...