11ant
01.02.2022 20:45:21
- #1
Ya he solicitado a unas 10 empresas de la zona de la próxima obra. Solo 2 podrían construir como contratistas generales llave en mano y además solo tienen capacidad a finales de año para ello. En realidad preferiría eso, porque a) no conocemos muy bien los temas de construcción, b) la arquitecta no puede supervisar la obra y c) nosotros tampoco estamos en el sitio cada semana. Pero primero, actualmente no hay muchas que puedan construir de esa forma para nosotros y además ayer leí otro artículo en Spiegel que decía que construir llave en mano suele traer muchos más defectos porque no se tiene control sobre los subcontratistas que se emplean.
¿Qué haríais en nuestro caso? ¿Llave en mano o informarnos un poco y pedir todo por separado / adjudicar por separado?
Preguntar a diez empresas (CG) me parece un poco (demasiado). ¿Por qué la arquitecta no puede supervisar la obra? – Lo ideal es que planificación, planificación detallada y supervisión de la obra vengan de la misma mano. Por cierto, yo dejaría siempre libre en la licitación qué licitantes quieren presentarse como CG para todos los lotes. Cómo se organizan, ya sea como ARGE, consorcios o como sea, es menos importante. Lo mejor es que todos sean conocidos por tu planificadora. No necesitas conocer las relaciones contractuales entre CG y subcontratistas, tu contratista es solo el CG.
Un CG obviamente tiene un cierto conflicto de intereses. Su objetivo es construir barato y un CG poco serio también puede intentar ocultar chapuzas.
Un arquitecto que supervisa la obra trabaja para ti; el CG y su jefe de obra trabajan para ellos. Este último, con el objetivo de entregar buena calidad, entonces lo hace así.
Ya escribí sobre esto en "De jefes de obra y ... jefes de obra" (lo mejor es buscarlo con comillas). El jefe de obra y el "jefe de obra" solo se llaman igual, pero tienen tareas diferentes: el del contratista debe, en caso de duda, asegurarse con máxima prioridad que un error no aparezca antes de que termine el plazo de garantía. Eso no es lo mismo que corregir el error aunque sea a costa de reducir el beneficio. Evitar los errores puede ser el plan A para ambos, pero en el plan B las opiniones divergen.