Como aficionado, realmente no se tiene ninguna idea de cómo interactúan los distintos oficios. Tampoco se hace de forma secuencial, sino que el oficio A realiza una parte, luego tiene que intervenir B, después A puede continuar, y sólo entonces C... eso hay que saberlo, de lo contrario ocurre el ya mencionado caos. También es importante la coordinación de los "puntos de entrega" de A a B a A a C. Una vez entré a una puerta donde justo el encargado de obra y un obrero estaban negociando: "Entonces el problema lo tendrá el oficio X si hacemos esto así." "¡Mejor que la propietaria no se entere!" "Está justo detrás de ti..." Silencio incómodo... X iba mucho más tarde, en ese momento ni siquiera estaba claro qué empresa sería... y ya se tiene otro ejemplo de lo que puede salir mal. Aquí una ejecución no óptima y el problema aparece en algún momento con un oficio posterior. También es todo un arte pensar en todo - algunas cosas son muy obvias (se necesitan ventanas, calefacción, electricidad y un baño), otras están más ocultas, pero también deben hacerse. Mi opinión: asumir la coordinación uno mismo es sólo para gente con conocimientos o nervios fuertes, mucho tiempo y dinero de sobra. Los demás deberían contratar a un encargado de obra (por ejemplo, una oficina de ingeniería). Y posdata: para mí, el interiorismo costó aproximadamente 1000€/m² en un estándar normal, sólo como referencia y para la pregunta inicial sobre si 190.000€ eran razonables para ello. (2019)