Hola Karsten, entiendo lo que quieres decir. El problema que yo veo es el de los malentendidos. Y estos existen, también con honor y entre amigos. Simplemente uno puede malinterpretar o tener diferentes recuerdos sobre lo que se habló. Por ejemplo, uno asume que, dicho de forma simple, la puerta del garaje pertenece a un garaje, mientras que el otro piensa que no, porque no sabe qué les gusta a ustedes. En el mejor de los casos se habla sobre ello y luego se recuerda. Entonces todo está bien. Tampoco se trata de atribuir mala intención a la otra parte. Pero hay malentendidos que pueden resultar costosos. Y si uno considera un contrato como nada más que un papel que simplemente recoge lo acordado para evitar malentendidos, no veo ningún problema con eso. En contratos unilaterales estoy completamente contigo, en acuerdos conjuntos, para en caso de malentendido revisar lo que se habló entonces, los encuentro más útiles que problemáticos. ¿Nunca te ha pasado que tienes un recuerdo diferente de un evento, por ejemplo, que tu esposa? Eso se debe simplemente a que las personas se enfocan en cosas diferentes y las recuerdan. Eso pasa... ¿entiendes más o menos lo que quiero decir?