En nuestro piso, el banco no tuvo problema en que nosotros mismos recibiéramos el dinero retenido presentando facturas para la reparación de defectos (por ejemplo, un suelo de parquet completamente nuevo).
En principio: retención por daño en el parquet -> el promotor no hace nada -> 3 cartas certificadas con acuse de recibo, cada una con un plazo de 2 semanas -> después del tercer aviso "no hubo respuesta" o solo excusas -> se contrató directamente una empresa que retiró todo el parquet y lo rehizo, además se envió carta certificada con acuse y un mensaje diciendo que "el parquet viejo estará el día X en la terraza para su recogida, si no se recoge se ordenará su eliminación a cargo del promotor".
Es importante que el "material viejo", si existe, no se debe desechar. Todo debe estar muy bien documentado y especialmente el daño debe estar comprobado con fotos y testigos (varias empresas independientes, por ejemplo). Así, en caso de juicio, no habría problema para demostrar a posteriori que el daño realmente existía.
En nuestro caso, tampoco comenzó la amortización del crédito mientras éste no se hubiera pagado completamente, cobrando también intereses por el dinero ya desembolsado y costes por el dinero aún no pagado. El periodo de interés fijo se reduce cada vez más sin que se produzca amortización. Si es posible, compensar con pagos anticipados.
En caso de defectos de construcción que no son tan evidentes, hay que recurrir a un procedimiento de aseguramiento de pruebas. Desafortunadamente, que un perito judicial haya sido designado no garantiza que se esfuerce y evalúe correctamente las cuestiones. Además, este proceso puede durar varios años.
Importante: legalmente siempre debe pagar la factura el cliente. Incluso si en realidad el promotor debería hacerse cargo.
Los correos electrónicos no sirven de nada en estos casos, solo cartas certificadas con acuse de recibo.