Un saludo a todos,
he probado diferentes 'métodos de construcción'. Empecé en 1994 con ladrillo de arena y yeso y aislamiento térmico exterior (WDVS), en 2001 con ladrillo alveolar y WDVS, en 2008 con hormigón celular por fuera y ladrillo de arena y yeso por dentro.
Si tuviera que construir de nuevo (aunque nunca se debe decir nunca) volvería a usar hormigón celular para el exterior y ladrillo de arena y yeso para el interior. Colgar un armario de cocina en la pared con 2 tornillos de 8 mm y meterle 50 kg no es ningún problema.
Al principio, en los bloques de hormigón celular también intenté usar tacos (traté de sujetar mi chimenea exterior de acero inoxidable con ellos), pero lo abandoné y pasé a usar anclajes adhesivos. Actualmente, todo lo que pueda ser un poco pesado en el hormigón celular solo lo fijo con anclajes adhesivos. Las cosas ligeras simplemente las atornillo en la pared con un tornillo de madera de 90x3,5 sin taco, funciona genial.
Y por último, he comprado una 'casa antigua' que voy renovando poco a poco. Año de construcción 1692, estructura de entramado de madera rellena con piedra arenisca. Excepto en los lugares que se 'mejoraron' en las últimas décadas, la casa está en muy buen estado. (si se puede decir eso de una casa de más de 300 años)
Durante las últimas décadas, mis predecesores intentaron mejorarla energéticamente varias veces. Como es un monumento individual, solo se pueden hacer mejoras por dentro y con un resultado sostenible. Los tontos hicieron todo lo posible: aislaron, colocaron revestimientos sobre madera/yeso laminado, etc. En la mayoría de los lugares había moho y la madera del entramado estaba totalmente podrida. De una viga que originalmente tenía 30 cm, solo quedaba un núcleo sólido de 8 cm. Donde no se hizo nada, la madera antigua sigue estando en muy buen estado. Hay algo de corrientes de aire y la calefacción se usa un poco más, PERO se puede vivir con ello. Lo que quiero decir es que cada tipo de material de construcción tiene sus necesidades/características que hay que conocer y quizás también gustar.