De alguna manera los números no parecen coherentes.
Si planeas una reserva anual del 1% del valor del inmueble, en el primer año ya serían 308 euros al mes. Por lo tanto, tu cuota de crédito subyacente es solo de 1080 euros. Para amortizar 295.550 en 30 años con un interés constante del 2,39%, sin embargo, se necesitan 1150 euros de cuota.
El principal problema lo veo en la apreciación pronosticada del valor. Fuera de ubicaciones premium, al final solo con suerte podrás recuperar el valor original al vender, pero seguro no obtendrás ganancias.
Probablemente se verá más así: 1450x12x30 = 522.000 euros gastados. La casa se vende por 380.000, quedando una pérdida de 142.000 euros.
El inquilino habría ahorrado mensualmente la diferencia y después de 30 años tendría los indicados 218.000.
Después de 30 años, el inquilino estaría entonces 360.000 euros mejor... y eso con un rendimiento de solo el 2% comparado con un préstamo barato. Además, no asume ningún riesgo y permanece flexible toda la vida.
Sin embargo, para ser justos hay que decir que el alquiler de un inmueble realmente comparable en verdad siempre resulta más caro que la propia financiación, ya que el arrendador básicamente gasta lo mismo que tú, pero también quiere obtener una ganancia.
Pero nadie alquila como construiría o compraría y no menos importante por eso, al final el inquilino está mejor en términos puramente matemáticos... claro que solo si no se ha gastado el dinero en aumentos de pecho.