Eso depende mucho de las ambiciones de ambas partes contratantes. Lo que suena justo puede convertirse muy rápido en un problema...
Que yo diga "modelo comercial habitual ‘arquitecto’" no significa para nada "nacer para quitarle a Gerddieter la fe en lo bueno de las personas", sino un intelectual íntegro, que ha estudiado arte de la construcción de manera pacífica y sin malas intenciones. Tu trauma personal con los arquitectos —seguro que ya te he señalado que la comunicación es una cuestión emisor-receptor y no una cuestión agresor-víctima, y que constatar un trastorno basándose en el resultado no significa que alguien haya actuado dolosamente con motivos bajos a propósito— no debería "servir" para que todos los propietarios tengan miedo fundamentalmente del arquitecto como un monstruo codicioso, taimado y astuto, que solo espera sacar la lengua para atrapar la mosca ;-)
Piensas que todavía estáis en la fase de investigación básica y queréis salir del contrato —y entonces el arquitecto considera que ya ha “creado” un proyecto que puede ser aprobado y exige la remuneración correspondiente... ahí tenéis vuestro punto de conflicto...
Tu trauma personal, como he dicho, con todo respeto, pero objetivamente eso es simplemente una tontería. "Investigación básica" en el sentido del HOAI significa leer el plan de ordenación, el estudio del suelo, etcétera. Jugar con anteproyectos ya es la "preparación de proyecto" y sucede en diálogo con los propietarios, de manera que ellos tampoco pueden estar en la ignorancia sobre el progreso. No estuve presente en tu redacción del encargo al arquitecto y por eso no puedo decirte cómo y dónde exactamente pusisteis la piedra angular de vuestro desafortunado desarrollo. Pero no veo ninguna razón para una presunción general de malicia contra los arquitectos, aunque en algunos de ellos exista motivo para sospecha de incompetencia (sobre lo cual ya he explicado en otro lugar, por ejemplo, cómo se produce una falta de visión al estimar costes).