La Ing-Diba nos ofreció la segunda peor solución de todas. La Raiffeisenbank no solo intentó vender un contrato de ahorro para la vivienda, sino que lo combinó con Wohnriester. Hasta hoy no sé qué pensaba el banquero al respecto. Lamentablemente, mi novia cayó en la trampa. Solo habló con nosotros sobre ello después de que expirara el plazo para la oposición.
Por eso también recomiendo hacer comparaciones y analizar los costos de la financiación. Nadie puede predecir cómo seguirá la evolución de los intereses. Pero se debería planificar el proyecto con previsión, para que no tenga que venderse después de 15 años porque no se pueda afrontar la financiación.
En conjunto, puede ser más barato pagar intereses de disposición.