Tu lista la puedes reducir considerablemente para la entrevista inicial, son solo condiciones técnicas. ¿Cuál es tu objetivo? ¿Quieres, como , no acabar con la persona equivocada o quizás prefieres encontrar al adecuado?
Presta atención a la simpatía, como escribe . Sin ella no funciona. Es un criterio excluyente, sin importar el precio, las referencias o el tamaño de la oficina.
Pregunta en el marco de una conversación y no como un interrogatorio
[*]por qué se hizo arquitecto. La pasión es importante para obtener los mejores resultados.
[*]qué le satisface de su trabajo. Si realmente pone a sus clientes en el centro de atención, es una buena señal.
[*]cuál de sus proyectos le importa especialmente y déjalo justificar su respuesta. Si estas respuestas encajan con vuestros objetivos: muy bien.
[*]qué espera de vosotros como promotores
[*]cómo procede para llegar juntos a un diseño. Si propone cosas sin interesarse realmente por vuestras necesidades, queda descartado. Tiene que haber más que "¿Cuál es el presupuesto, qué tamaño, qué terreno, cuántas habitaciones...
Eso ya es suficiente. Con un arquitecto es como con un médico o un abogado: la experiencia y la formación son importantes, pero lo decisivo es su interés por vosotros, vuestro proyecto y no solo por un valor de contrato.
Terminamos con un arquitecto con 2 empleadas, que hace mucho más construcción de obra comercial que casas particulares, no tenía página web ni valoraciones públicas. Todos estaban increíblemente motivados con el proyecto. Así fue como quedó y, por cierto, el precio también fue justo. Las distintas fases las fuimos encargando poco a poco y a partir de la dirección de obra tomamos todo en nuestras propias manos con el carpintero como interlocutor principal y coordinador.