¿Porque un niño se ha encerrado para tener tranquilidad?
¿O incluso para poder relajarse frente a los niños? Hay suficientes razones para necesitar espacio, aunque sea un adolescente que quiere maquillarse durante una hora o que desea ducharse interminablemente de noche después de la discoteca ;)
Aquí leo sobre todo, en los constructores más jóvenes, escenarios pensados para los que uno quiere estar preparado. Por supuesto, hay muchos escenarios posibles, pero siempre además hay muchos X desconocidos. Lo que lamentablemente suele tener poco espacio son los pensamientos de que la vida sea como uno siempre sospecha que es en otras familias.
Aunque como padres hayas dado "todo" (sea lo que sea eso) los niños pueden desarrollarse completamente de otra manera a la que uno desea.
Quizás los hermanos no se llevan nada bien y se pelean constantemente y de forma intensa, quizá alguien dentro de la familia necesite más espacio/privacidad, incluso en el baño, los niños confrontan de forma muy radical a los padres o se desarrollan de modo que durante un tiempo no quieres tenerlos cerca o ellos no quieren estar cerca de los padres. No quiero describir a los niños como los principales causantes, porque nosotros los adultos también cambiamos constantemente (solo que no siempre nos gusta admitirlo).
Especialmente si tienes hijos pequeños o vas a tenerlos pronto, te cuesta imaginarlo y quizás (esperemos) no ocurra. Pero si sucede, creo que es muy importante poder darse ese espacio, y eso incluye especialmente un baño/aseo separado, que puede estar equipado de forma sencilla.
No hay que tener visiones horribles por eso, pero hoy en día los niños se desarrollan cada vez más como individuos autónomos y con una confianza en sí mismos cada vez mayor. Y la relación entre nosotros los adultos también cambia, y lo que antes era sexy puede luego resultar aburrido y en el peor caso generar rencor intenso.
NUNCA me habría imaginado tener dos baños. Somos dos ahora y NUNCA podría imaginar vivir con un solo baño, a no ser que no haya otra opción.
Cuando dos niños de 10 años trabajan en la cocina o el baño, a los padres les gusta verlo; pero si el mismo escenario ocurre con dos jóvenes de 17 años de mal humor a horas tardías y los padres son más mayores, la misma situación parece completamente diferente.