11ant
19.05.2022 17:42:13
- #1
Puede ser que la arquitecta tenga una convicción firme. O demasiados clientes a los que no puede satisfacer. O, o. O el cliente es resistente a la asesoría, al menos a la discusión, o no pudo realmente decir por qué las cosas son un "must-have".
Como proveedor de servicios, uno se pone del lado del cliente, el cliente se pone delante de sus deseos, escucha argumentos. A mí personalmente me falta la verdadera razón de la separación.
Yo veo que a la pareja constructora aquí le faltó / se molestó / perdió la sensación de "la arquitecta nos entiende", lo cual considero en todo caso un buen "argumento" (en el sentido esotérico) para separarase de esta socia de planificación. Sin embargo, buscaría otra persona para ello. No considero útil una planificación de aficionados con el carpintero como firma.
Además: aquí se mantiene la estructura básica. ¿Quizás eso sea más un obstáculo?
Un dogma sobre la forma de la casa tiene sin duda un potencial importante para convertirse en una hipoteca para el éxito de la planificación.