El mantenimiento depende del tipo de fuente de calor (aire, agua subterránea, tierra). Deben mantenerse regularmente:
[*]Vaso(s) de expansión
[*]Intercambiador(es) de calor en bombas de calor de aire (debido a la suciedad por polen, polvo fino, posiblemente hojas)
[*]Drenajes de agua de condensación, si los hay (por obstrucción)
[*]Preparación de agua caliente (p. ej., descalcificación de intercambiadores de calor)
[*]Comprobar la calidad del agua de la calefacción (por corrosión)
[*]Calidad de la salmuera en sistemas de geotermia (por protección contra heladas)
[*]Sistemas de agua subterránea: comprobación de la calidad del agua del pozo, así como los niveles de agua en los pozos (estos pueden variar)
[*]Estanqueidad de los circuitos frigoríficos según ChemKLimaVO, dependiendo del tipo de construcción (herméticamente cerrado o no) y de la cantidad de refrigerante
[*]Comprobación de las conexiones eléctricas (p. ej., apretar terminales)
Dependiendo de la petición del cliente, las especificaciones del fabricante y la situación legal (p. ej., ChemikalienKlimaschutzVO), el intervalo de mantenimiento es de 1 a 3 años. Por ello, lamentablemente no se puede dar una indicación general sobre el intervalo de mantenimiento.
Una bomba de calor no es en absoluto libre de mantenimiento. Es más comparable a un aire acondicionado (y estos también deben mantenerse) que a un frigorífico.
Por cierto, el alcance del mantenimiento de una caldera de gas tampoco es tan grande como se podría pensar. Simplemente está legalmente prescrito, a diferencia de las bombas de calor.