El arquitecto siempre debe actuar en vuestro interés. Si sentís que no lo hace, entonces contratad a otro.
Por ejemplo, nosotros hicimos lo siguiente:
El [Bauingenieur] (lo tenemos en la familia) nos elaboró los planos, los pliegos de condiciones y los documentos para la solicitud de licencia de obras.
Luego enviamos los pliegos a diversas empresas. Las ofertas que llegaron (solo un 30 % participaron) deben ser revisadas y comparadas. O bien os atrevéis a hacerlo vosotros mismos o volvéis a encargar esto al arquitecto/[Bauingenieur]. Después de que algunos artesanos quisieran engañarnos, recomendaría también que un experto las revise.
Cuando estaban todas las ofertas, elegimos las dos más baratas y tuvimos una reunión personal con ellas. En esa reunión ajustamos los detalles del pliego de condiciones y renegociamos el precio con descuento incluido. La empresa que nos resultó más simpática y con un precio aceptable fue la que recibió el encargo. Siempre hemos elegido un contrato [VOB] con un precio fijo para no tener sorpresas inesperadas.
La recepción de las obras antes del pago la realizó de nuevo nuestro [Bauingenieur].