Nos atrevimos y ahora somos propietarios desde hace aproximadamente un año y medio de la propiedad descrita al principio
Precio de compra 275.000
Financiado con un préstamo de 250.000 al 4,6%
Tasa de interés absolutamente modesta, pero ¿qué se puede hacer?
Fijación de interés a 20 años con una cuota de EUR 1300
22.000 EUR en costos adicionales de compra y a día de hoy 94.000 EUR en renovación con capital propio han sido invertidos
Además, hasta ahora se han realizado 24.000 EUR en amortización anticipada
Pasamos el primer invierno con un consumo de 20.000 kilovatios hora de gas sin pasar frío. ¡Solo Dios sabe cómo los anteriores propietarios lograban consumir 45.000 kwh de gas al año!
La antigua calefacción de gas de 1999 aguanta hasta ahora, aunque ya ha tenido costos de reparación de 700€
Renovación realizada:
Piso superior completamente despojado, re-yesado, se descubrieron tablones de madera bajo la alfombra, lijados y restaurados, electricidad completamente renovada, 3 de 6 puertas cambiadas, nuevo cerámico y conexiones en el baño, cocina instalada, partes deterioradas del techo del sótano retiradas por una empresa especializada y se ha echado un nuevo techo de hormigón armado
Así que vivimos (ahora cuatro personas) en la planta superior en unos 80 metros cuadrados y nos sentimos bien
Otras labores pendientes:
Techo nuevo o al menos aislamiento de la cubierta del último piso
Segundo baño en la planta baja, finalizar otras dos habitaciones en la planta baja. Actualmente faltan varias cosas (calefacción por suelo radiante, solera, electricidad, yeso, 3 puertas, posiblemente ventanas), aislamiento de la fachada
Reservas actuales: 40k en cuenta de ahorro a la vista, 16k en contrato de ahorro para construcción, fondos de acciones que están planeados como jubilación
¿Lo haría de nuevo? ¡Sí, cien por ciento! La ubicación, la casa, el jardín, el patio, el invernadero, el garaje, el edificio anexo, todo el entorno nos representan un valor realmente grande. La fase de renovación me ha estresado bastante, especialmente cuando en invierno teníamos que arrastrarnos hasta la obra para que los plazos con los obreros se cumplían. Resfriados o no, las cosas tenían que terminarse. Por supuesto, también hubo sorpresas desagradables, pero en retrospectiva: sí valió la pena
Solo en la cocina me hubiera gustado permitirme uno que otro extra, ahí ahorramos un poco innecesariamente
Ya me he acostumbrado a tener una montaña enorme de deudas
las muchas obras abiertas y cosas que no terminan nunca ya no me quitan el sueño