Firmamos nuestro contrato de crédito en mayo de 2018 con la Ing-Diba y también teníamos una proporción bastante alta de capital propio. Debido a retrasos, paros en la construcción y disputas legales, hasta ahora sólo hemos financiado con capital propio y aún no hemos utilizado el crédito. El resultado es que desde junio de 2019 pagamos mensualmente casi 500 € de intereses de penalización por el crédito no utilizado. Una cancelación por nuestra parte le costaría al banco aproximadamente 35.000 € en multas, por lo que tampoco es una opción. El capital propio indicado debe estar completamente consumido y el uso debe ser confirmado por el arquitecto o el jefe de obra antes de poder acceder al crédito. Al menos así fue en nuestro caso.