el legislador en Alemania está más bien del lado de la "protección del delincuente"
Bueno, yo diría más bien que la protección a las víctimas debería mejorarse drásticamente y con eficacia, y que el legislador protege activamente a los delincuentes probablemente no sea tan cierto.
Miro con envidia a los austríacos, a quienes se les debe otorgar el permiso para adquirir un arma con el argumento de: "tener un arma preparada para la defensa personal".
No puedo comprender la envidia hacia los propietarios y usuarios de armas. Me parece también un razonamiento demasiado simple creer que las "buenas" guerras podrían traer la paz. Un vistazo a Estados Unidos y otras naciones muestra que sucede todo lo contrario.
Si además la persona cuenta con cierta formación en el manejo del arma, el "nivel de seguridad" seguramente gana muchísima importancia.
¿Y qué hace el propietario "entrenado" cuando algo cruje en el arbusto? ¿Qué hace si llegan dos delincuentes? ¿Dispara con ambas manos? El número de muertos, a menudo inocentes, es extremadamente alto y cada uno de ellos es uno de más.
¿Qué se hace cuando los niños están solos en casa? ¿También tienen armas? ¿Están también entrenados para usarlas? ¿A partir de qué edad? ¿O la protección para los niños solo cuenta cuando papá está en casa y no ha bebido nada? ¿Puede mamá hacerlo también?
Y los robos en viviendas disminuyen, como se puede observar muy bien en Austria.
Bueno, me gustaría poder analizar eso con más detalle; por supuesto, también existen las estadísticas correspondientes a decisiones previas. En un país donde el vicecanciller ebrio, cargado de testosterona, quiso tirar la democracia a una rubia cualquiera, esta decisión no me sorprende. El acompañante de Strache saltaba constantemente como un mono en el plano de la cámara con una pantomima absurda con un arma.
Los ladrones evitan el riesgo.
Esto es cierto hasta cierto punto, sin embargo, al mirar atrás se puede ver que no hay menos delincuentes, sino que simplemente adaptan sus acciones. Por lo tanto, la palanca debería ser otra distinta a que cualquiera lleve una pistola en el cinturón, aunque esto podría traer a algunos hombres nuevas sensaciones de felicidad.
Imagínate que todos en tu barrio tienen un arma y tú no decides quién es quién. También tu adversario, el alcohólico oculto, el colérico, el reprimido, el de mala vista, el nervioso y el celoso... mejor no.