FrankH
02.12.2015 14:33:38
- #1
Creo que la discusión sobre la cuantía de la comisión se lleva a cabo mayormente de forma emocional porque principalmente se centra en "una" venta y con ello una suma "x". Todas esas citas que no conducen a nada no se consideran bajo esta perspectiva; sin embargo, no se pueden simplemente ignorar al debatir.
Todas las citas que un agente inmobiliario ha tenido con otros interesados me importan relativamente poco como comprador. Entonces que sea el vendedor quien se haga cargo, ya que él también estableció el precio de venta y quizás así sea el causante de que nadie compre.
La situación es diferente si contrato a un agente para buscar un inmueble que cumpla con mis requisitos y este me muestra varios inmuebles que ha encontrado o que tiene en oferta como agente. Entonces podría entender que yo tenga que pagar la comisión.
En mi opinión, siempre debería pagar quien da el encargo, y si un buscador y un oferente se encuentran a través de un agente, la comisión se puede dividir (o el agente gana doble ;)).
Al final, frecuentemente paga el comprador, porque el vendedor intentará en caso de duda repercutir los costos en el precio del inmueble. Si el mercado lo permite o no, depende de la situación actual de la oferta. A mí como comprador también me conviene que ningún agente gane comisiones y que pueda comprar directamente de particular a particular.
En mi opinión, hay pocos oficios que tengan una práctica de facturación tan cuestionable. Y sin embargo, puede ser muy sencillo. Quien encarga al agente firma un contrato con el alcance del servicio y también paga por ello. Entonces hay dos tipos de encargos: encargos de venta y búsquedas de compra. En caso de éxito, el agente cobra una comisión que debe cubrir también sus fracasos, por supuesto. Pero como cliente, debo tener la impresión de que el agente trabaja para mí, exactamente como un artesano. Sobre la cuantía de la comisión los agentes pueden competir entre sí, y se puede determinar el alcance del servicio y también negociar la comisión (para volver al tema), como ocurre en cualquier otro oficio.