*Dipol*
13.01.2022 23:42:30
- #1
Retomo el mensaje antiguo:
La seguridad de las antenas está principalmente regulada por la IEC o DIN EN 60728-11 (VDE 0855-1) y, lamentablemente, esta no contiene una recomendación para derivar el conductor de puesta a tierra de las antenas preferentemente por el exterior ni exige el cumplimiento de las distancias de separación calculadas según IEC o DIN EN 62305-3 (VDE 0185-305-3), aunque su cumplimiento sería aconsejable desde el punto de vista de la protección contra rayos.
Esto también aplica a los cables fotovoltaicos, que al igual que los conductores de puesta a tierra de antenas, generalmente se instalan como conductores captadores de rayos con proximidades peligrosas a través de los edificios. Ya hace tiempo que no existe una disposición que prohíba instalar conductores de puesta a tierra de antenas junto con los cables coaxiales. Los rayos que logran pasar desde las nubes hasta la tierra a kilómetros de distancia se pueden controlar con cables HVI, pero no con un cable con aislamiento de 1 mm.
En la edición vigente de la norma se exige que los conductores de puesta a tierra accesibles sean instalados en un tubo de PVC de 3 mm de espesor. En la próxima edición de la IEC 60728-11 esta cláusula fue eliminada.
Esta norma, que regula las instalaciones fotovoltaicas, exige de forma explícita que SI se instala un conductor de equipotencialidad (PA), este debe tenderse lo más cerca posible de los cables fotovoltaicos para evitar la inducción de corrientes de rayo por impactos cercanos.
CONCLUSIÓN: Quien quiera excluir objetivamente impactos directos poco frecuentes debe proteger las estructuras de tejado que merecen protección con dispositivos de captación separados conforme al estado de la técnica.
No se permite. En realidad, para la antena parabólica se necesitan incluso dos conductos vacíos. Uno para los cables de las antenas y otro para el conductor de protección contra rayos de 16 mm². De lo contrario, no se cumple la separación según la norma DIN VDE. En la práctica, a menudo se hace mal.
La seguridad de las antenas está principalmente regulada por la IEC o DIN EN 60728-11 (VDE 0855-1) y, lamentablemente, esta no contiene una recomendación para derivar el conductor de puesta a tierra de las antenas preferentemente por el exterior ni exige el cumplimiento de las distancias de separación calculadas según IEC o DIN EN 62305-3 (VDE 0185-305-3), aunque su cumplimiento sería aconsejable desde el punto de vista de la protección contra rayos.
Esto también aplica a los cables fotovoltaicos, que al igual que los conductores de puesta a tierra de antenas, generalmente se instalan como conductores captadores de rayos con proximidades peligrosas a través de los edificios. Ya hace tiempo que no existe una disposición que prohíba instalar conductores de puesta a tierra de antenas junto con los cables coaxiales. Los rayos que logran pasar desde las nubes hasta la tierra a kilómetros de distancia se pueden controlar con cables HVI, pero no con un cable con aislamiento de 1 mm.
En la edición vigente de la norma se exige que los conductores de puesta a tierra accesibles sean instalados en un tubo de PVC de 3 mm de espesor. En la próxima edición de la IEC 60728-11 esta cláusula fue eliminada.
712.54 Instalaciones de puesta a tierra, conductores de protección y conductores de equipotencialidad de protección
Si se instalan conductores de equipotencialidad de protección, deben ser tendidos en paralelo y en contacto lo más estrecho posible con los cables/conductores tanto de corriente continua (DC) como corriente alterna (AC) y sus accesorios.
Esta norma, que regula las instalaciones fotovoltaicas, exige de forma explícita que SI se instala un conductor de equipotencialidad (PA), este debe tenderse lo más cerca posible de los cables fotovoltaicos para evitar la inducción de corrientes de rayo por impactos cercanos.
CONCLUSIÓN: Quien quiera excluir objetivamente impactos directos poco frecuentes debe proteger las estructuras de tejado que merecen protección con dispositivos de captación separados conforme al estado de la técnica.