11ant
10.04.2018 13:02:16
- #1
Me parece que la idea ingenua y pictórica está muy extendida, la de asociar el aislamiento de la fachada como una especie de amortiguador para el grito de dolor al ver la factura de la calefacción. En realidad, habría que considerar el conjunto como un sistema; el problema es que en las medidas intervienen tantos participantes, cada uno con solo un componente en su gama de productos, y quieren atribuirle la mayor parte de la efectividad a ese componente.
Personalmente, me cuesta imaginar que, en un edificio de 1985 (antiguos estados federales), realmente haya mucho ahorro económico posible. El estándar ya no estaba por debajo de 36,5 cm monolítico; sin embargo, sin calefacción por suelo radiante todavía había nichos para radiadores. El aislamiento entre vigas era ya común. Las ventanas podrían tener potencial, siempre que sean originales.
Personalmente, me cuesta imaginar que, en un edificio de 1985 (antiguos estados federales), realmente haya mucho ahorro económico posible. El estándar ya no estaba por debajo de 36,5 cm monolítico; sin embargo, sin calefacción por suelo radiante todavía había nichos para radiadores. El aislamiento entre vigas era ya común. Las ventanas podrían tener potencial, siempre que sean originales.