Ahora has recibido diversas variantes para examinar. Sin embargo, al final no es solo un juego de sumas, porque la mejor solución no sirve de nada si la otra parte no quiere o no puede participar. Creo que es tu propia situación y sé que es agotadora. Pero si uno hablara con la otra parte, seguramente vería algunas cosas de manera diferente.
Quizás haya un tercero, un notario o similar, que señale de manera neutral soluciones aceptables y soportables para ambas partes, ya que normalmente esto está relacionado con problemas antiguos y disputas del matrimonio, que ahora se resuelven en cuanto a la propiedad o muchas veces también respecto a los hijos.
Puedes desarrollar lo que quieras, si la otra parte no lo quiere, te quedas en la estacada aunque sea lógico.
Normalmente cada parte tiene miedo de ser engañada, lamentablemente a veces con razón; quizá debas darle más importancia a la claridad que al dinero, aunque sea difícil.
Por experiencia propia solo puedo decir que cada día que antes hay claridad para ambas partes es una ganancia que no siempre se puede pagar con dinero. Normalmente estos temas además afectan de forma duradera a las dos nuevas relaciones, a los hijos, etc... ¡terrible!