guckuck2
28.04.2019 06:59:03
- #1
O en el revoque, si no se va a pintar.
La lana mineral tiene la ventaja de una imagen más ecológica. En un edificio de apartamentos se necesitan (al menos) cortafuegos, porque el EPS sí es combustible y gotea como napalm. En una casa unifamiliar es irrelevante.
La lana mineral aporta, a diferencia del EPS, más masa a la fachada. Eso proporciona además aislamiento acústico. Los teóricos de las algas dicen que la lana mineral almacena energía térmica y no se enfría tan rápido en la superficie, es decir, que se reduce la causa de las algas en el EPS (la superficie se seca más despacio, la temperatura baja rápido).
Mi última fachada con SATE costó totalmente 23.000 €. Con EPS de 16 cm WLG 032 en el sistema Brillux. Sin pintura, pero con revoque en “Protect”, es decir, con aditivos. La casa tiene aprox. 200 m² (techo plano también con ático). El recargo por lana mineral habría sido aprox. 6.000 €. Además del material más caro se añade la labor de fijación con tacos. La lana mineral además no debe mojarse, ahí está su mayor potencial de daño. Tanto durante la aplicación como después (igual en el caso del revestimiento con ladrillo).
A diferencia del EPS, las placas de lana mineral no se pueden lijar. El riesgo de que luego se vean las juntas de las placas es mayor. Con junta escalonada tampoco existen, hasta donde sé.
En resumen: se puede hacer, pero tiene su precio y no está libre de dudas. Incluso si se descubre el próximo desastre químico grave en el EPS, el recargo por la lana mineral no vale la pena en mi opinión. Tengo un vecino que construye con Poroton relleno, muy poco común aquí, y asume un sobreprecio de decenas de miles. Justamente porque el EPS tiene una reputación a veces mala. Pero con ese sobrecoste podría hacer la fachada por lo menos dos veces o pintarla regularmente durante los próximos 50 años. En fin.
La lana mineral tiene la ventaja de una imagen más ecológica. En un edificio de apartamentos se necesitan (al menos) cortafuegos, porque el EPS sí es combustible y gotea como napalm. En una casa unifamiliar es irrelevante.
La lana mineral aporta, a diferencia del EPS, más masa a la fachada. Eso proporciona además aislamiento acústico. Los teóricos de las algas dicen que la lana mineral almacena energía térmica y no se enfría tan rápido en la superficie, es decir, que se reduce la causa de las algas en el EPS (la superficie se seca más despacio, la temperatura baja rápido).
Mi última fachada con SATE costó totalmente 23.000 €. Con EPS de 16 cm WLG 032 en el sistema Brillux. Sin pintura, pero con revoque en “Protect”, es decir, con aditivos. La casa tiene aprox. 200 m² (techo plano también con ático). El recargo por lana mineral habría sido aprox. 6.000 €. Además del material más caro se añade la labor de fijación con tacos. La lana mineral además no debe mojarse, ahí está su mayor potencial de daño. Tanto durante la aplicación como después (igual en el caso del revestimiento con ladrillo).
A diferencia del EPS, las placas de lana mineral no se pueden lijar. El riesgo de que luego se vean las juntas de las placas es mayor. Con junta escalonada tampoco existen, hasta donde sé.
En resumen: se puede hacer, pero tiene su precio y no está libre de dudas. Incluso si se descubre el próximo desastre químico grave en el EPS, el recargo por la lana mineral no vale la pena en mi opinión. Tengo un vecino que construye con Poroton relleno, muy poco común aquí, y asume un sobreprecio de decenas de miles. Justamente porque el EPS tiene una reputación a veces mala. Pero con ese sobrecoste podría hacer la fachada por lo menos dos veces o pintarla regularmente durante los próximos 50 años. En fin.