Hola a todos,
han pasado ya 16 meses y como me parecería una pena que nadie sepa cómo terminó la historia, aquí les dejo mis comentarios:
En aquel entonces me dirigí de inmediato, tras leer sus observaciones, a la oficina de construcción correspondiente, expuse nuestras ideas y dejé a la administración con la afirmación de que no sería fácil, pero tampoco imposible, ya que la protección del derecho adquirido no se había perdido desde el punto de vista del registro de empadronamiento. Así que compramos la finca y pusimos en marcha todo lo humanamente posible para mantener esa protección.
Hoy tengo en mis manos —la autorización previa de construcción del distrito— y todavía me cuesta creer nuestra suerte. No deja nada que desear, aunque definitivamente no se puede decir que hayamos hecho concesiones en la planificación de nuestro futuro hogar. Todo esto se elaboró en estrecha colaboración con la oficina de construcción del municipio (que no es precisamente conocida por ser flexible) y un planificador con experiencia en zonas rurales.
Solo quiero mostrar con esto que las cosas también pueden salir de otra manera y que a veces vale la pena luchar por sus sueños y asumir riesgos. Ya hemos despejado completamente la finca y pronto comenzaremos con la demolición interior y el derribo parcial. Paralelamente ya estamos trabajando en la solicitud de construcción y si todo va bien, empezaremos la próxima primavera. La casa será una combinación de construcción antigua y nueva, una mezcla interesante de lo viejo y lo moderno.
De todos modos, gracias por los comentarios constructivos.