Pues yo dejaría la calefacción de petróleo por ahora, porque las alternativas no son nada atractivas.
Pero podrías averiguar cuánto costaría la instalación de la conducción de gas sin la participación de los vecinos. O bien es exorbitantemente caro (10.000€), o el gas está muy bien posicionado como sucesor del petróleo.
Dependiendo del estado federal, puedes comprar sin problemas una caldera de condensación de petróleo nueva hasta finales de 2025. E incluso después, puedes seguir instalando una nueva calefacción de petróleo, siempre que la combines con energías renovables. Habría que ver cómo está el tema político con respecto al petróleo, pero a mí me parecería lógico un cambio a gas, sobre todo por los costos que se ahorran (palabra clave: impuesto al CO2).
Una bomba de calor para una casa antigua sin aislamiento ni calefacción por suelo radiante no me parece razonable de entrada, además son muy caras en comparación con el petróleo y el gas. También tengo el prejuicio personal de que las bombas de calor son propensas a fallos, requieren más mantenimiento y son difíciles de ajustar. Por favor, corríjanme si me equivoco ;)