chand, tú valoras. Yo describo.
Es cierto. Yo valoro lo que tú describes. ¿Parece que hay consenso en la valoración?
Pero también tu aporte contiene una valoración - humorísticamente valiosa. Describir un proceder exactamente mafioso para mostrar que en realidad no tiene nada que ver con la mafia, es: gracioso. Y una valoración.
Lo que describes es un arreglo de muchos cómplices que están unidos en una mirada colectiva hacia otro lado y forman así una comunidad que se protege principalmente con su silencio. ¿A qué suena eso? No hace falta matar a nadie para hacer estructuralmente lo mismo que la mafia.
El problema es obvio: en el ámbito ilegal, en algún momento ciertas cosas se consideran socialmente aceptables, aunque sean dañinas para esa misma sociedad. ¿No lo hace eso todo el mundo? Al menos yo sí...
Y creo que también es cierto que nunca se podrá eliminar eso por completo, salvo con métodos de vigilancia drásticos o con la abolición del dinero en efectivo.
Nunca, jamás por completo. Pero convertir de nuevo una violación jurídica ampliamente aceptada en algo más o menos repudiado no es una acción que dependa solamente del poder de esclarecimiento del Estado o del dinero en efectivo. No quiero ni ampliar uno ni prohibir lo otro. Pero si todas las personas que disfrutan de los servicios públicos (y se sienten completamente legitimadas para hacerlo) consideraran dudoso impedir por acciones ilegales justamente el flujo de medios hacia estos, avanzaríamos.
Pero ante esa objeción siempre aparece la palabra "moralista" (que quizás tú usas para describir a alguien, pero yo la considero una valoración) y el enfoque muere. ¿Quién quiere ser un moralista, que lo consideren uno o sean asociados con tal?