Entonces,
nos decidimos a mediados de 2015 por una casa adosada de promotor con 128 m² de superficie habitable y 366 m² de terreno en una buena ubicación. La casa llave en mano costó 230.000 euros, incluyendo el garaje y una instalación exterior rudimentaria. Por supuesto, el precio no incluía sótano.
Financié la casa al 100%. Los costos adicionales de compra, los muebles y el interior los pagué con capital propio. La cocina fue financiada con un crédito aparte. No me engaño a mí mismo. La casa es una vivienda totalmente estándar construida en sistema prefabricado de hormigón con todas las desventajas que conlleva este material. Sin embargo, siempre hay que hacer compromisos cuando se dispone de medios limitados. No obstante, la casa está colindante con un campo en dos lados, el cual no puede edificarse. En ese sentido, es mejor que muchas casas adosadas.
Nuestro vecino (casa del medio) vendió su casa el año pasado por 419.000 euros. Por lo tanto, el momento de la compra fue entonces perfecto. Todo lo que se tuvo que ampliar o renovar en la casa lo hice yo mismo; en ese entonces no podía prever que, primero, tenía talento para ello y, segundo, que además me divertiría como contrapunto al trabajo. Mi hija ahora tiene 8 años y el perro sigue con nosotros ;-)
Los primeros años fueron algo ajustados financieramente, porque (por supuesto) justo después de mudarnos el coche también se averió. Sin embargo, desde entonces he logrado aumentar el ingreso neto de nuestro hogar a casi 6.000 euros, algo que tampoco se preveía en ese momento. Ahora sólo tengo que hacer frente al crédito hipotecario de la casa. En cualquier caso, estoy contento de haberlo intentado entonces a pesar de muchos comentarios (acertados).