Dado que aparentemente la mayoría hemos decidido tomar la cuestión al menos hipotéticamente en serio, quiero complementar mi aportación:
Ya se ha mencionado en varias ocasiones que un objeto a partir de cierto tamaño y con otros parámetros podría estar, incluso en la estantería de un corredor de lujo, como plomo, si alguna vez se debe o se quiere vender. Este objeto sería lo contrario a una venta rápida y, en caso de venta, debería ofrecerse durante tanto tiempo que, si se anuncia en pleno auge, solo encuentre comprador en la próxima recesión. Esto afecta el resultado de la venta de dos maneras: por la pérdida del valor y por la duración del financiamiento mientras se espera la concretización de la venta.
Además, un gran objeto –siempre que sea sobre la superficie– solo con un muro alrededor es débilmente camuflable y siempre representa un riesgo de seguridad, dado que llama fácilmente la atención de actores profesionales de XY- sin resolver.
Por ello, sugeriría dimensionar el complejo de forma más discreta: siguiendo el modelo del ala infantil de , haría el casino como una unidad separada; y dividiría la colección de vehículos: cuatro, máximo cinco plazas en la casa. Siempre disfruté mucho combinar el intercambio de vehículos con un pequeño paseo. En aquel entonces todavía era posible matricular los vehículos en la ubicación del garaje, lo que también aumenta la seguridad.
Si se lee un poco en el apartado de financiaciones, se nota rápidamente que CADA cifra mencionada es incorrecta y SIEMPRE alguien dice que con tan poco dinero no se puede hacer nada (a menudo con razón, pero siempre se dice siempre). Por eso siempre daría mi fortuna en la unidad “fantastillardos” y sin mencionar la moneda ;-)
Y nunca invertiría dinero para construcción por encima del promedio en Quantidad. En segundo lugar, no me conformaría en el Tesino con cien metros cuadrados solo porque me hubiera dado todos los miles en el Taunus (el balanceo de carga también funciona al disfrutar); y en primer lugar preferiría tener a Gail en el baño de invitados y a Staff en el trastero antes que derrochar el dinero en pura amplitud. No hay tantos impuestos que puedan –lo cual dudo reiteradamente– ahorrar una sobredosis fuerte de metros cuadrados construidos.
En serio, si fuera abogado (según la descripción probablemente de derecho concursal, bancario o de patentes), en la mesa de abogados preguntaría simplemente a un colega de derecho de divorcios dónde se puede conseguir pronto una cabaña abundante y barata. A eso no se entra en ningún foro: tales negocios se hacen en el club de sauna, en el hoyo diecinueve o en la cacería.
No puedo evitar que en este hilo siempre me venga a la mente con cierto sonrisa la maravillosa y loca docu TV de Klaus Stern sobre el alcalde de Hofgeismar; “El sueño de Henner”, el mayor complejo vacacional europeo. Eso ni todos los comediantes mediocres pueden lograrlo, lo que el señor alcalde soñó en su cabeza y en lo que hundió millones de €.