Lamentablemente no tengo experiencia, pero para mí he decidido que aunque me gustaría tenerlo, no lo necesito ni mucho menos quiero pagar por ello (a menos que el Black Friday haga alguna oferta).
Esta respuesta me resulta simpática, por eso la tomo como fuente:
Me sorprenden algunas respuestas. Porque: granito no es igual a granito. Hay diferentes calidades, que se diferencian en precio y apariencia. Está el más barato, que ya se conocía en las cocinas en blanco y negro de los 80, pero también hay estructuras mucho más delicadas, que se ven un poco más sofisticadas y cuestan más en consecuencia. Además, la producción masiva china siempre se ofrece bastante económica, pero no tiene la calidad que se espera de un “granito”. Esto también se mencionó en el #3.
Por lo demás: el granito es un producto natural… lo tengo como alféizar de ventana y no lo recomendaría para una cocina. Los ácidos y las bases mantienen su recuerdo.