¿Prejuicio de los años 60?
Después. Ya fue a finales de los ochenta cuando la industria de los contratistas generales (en mi opinión, lamentablemente) se alejó de las casas tipo. Sin embargo, tengo la impresión de que actualmente la tendencia vuelve a ir en esa dirección; de hecho, veo repetidamente las mismas diecisiete y media "distintas" casas alternativas (y en el caso de los bungalows tampoco son muchas más). Incluso con las casas tipo capitán a veces solo distingo la Viebrockhaus con las gafas de leer en comparación con la Gussek Haus.
Y si ya se generaliza, sin 25 años de experiencia laboral, tiendo a afirmar que para un profano sin "exigencias especiales" una construcción con arquitecto al final resulta más cara que barata.
Mi experiencia al generalizar no tiene aún 25 años, pero en cuestiones de construcción mucho más tiempo - y esa experiencia dice que contratar aparte a un arquitecto solo encarece el asunto si se cometen errores esenciales (por ejemplo, el error "que se repite una y otra vez" de jugar a licitador siendo profano con la planificación aprobada en la mano).
Al menos se tiene de antemano cierta garantía de precio durante un período determinado (por ejemplo, garantía de precio fijo de 12-24 meses), que no existe al construir con arquitecto.
En este punto debo darte parcialmente la razón: "de antemano" la garantía de precio en los contratos directos con el contratista general existía antes (por cierto, igual si es contratista de estructuras de piedra o de marco de madera). Pero, por supuesto, también con licitación se fijan los precios de las ofertas (no por todo un año, pero sí con un inicio y desarrollo rápidos).
Por cierto, veo los mayores riesgos relativos (en favor del coste y la ejecución) precisamente cuando los propietarios acuden al contratista general con sus casas tipo Sweet-Home-Sims (y en segundo lugar: cuando traen en cambio diseños tipo de otros contratistas generales).