Pues yo considero importante una distribución razonable del patrimonio entre dinero, patrimonio especial e inmuebles. Mirando los últimos 100 años, siempre fue mejor tener propiedad inmobiliaria. Pero por supuesto también se necesitan medios líquidos, para eso el dinero en cuentas ya está bastante bien. Hay que tener cuidado de no tener más de 100.000 EUR por banco en la cuenta. En caso de que realmente quiebre un banco, al menos entra en vigor la garantía legal de depósitos. Por lo demás, actualmente considero que el menor riesgo es invertir las cantidades de dinero que no se necesitan a largo plazo en un ETF MSCI-World, porque allí están incluidas 1.600 empresas de todo el mundo. Aunque en febrero encontré el peor momento posible para entrar, simplemente no se debe mirar el portafolio. Dentro de diez o veinte años el valor habrá aumentado considerablemente. Y la caída de precio en el MSCI World no fue tan grande como la del DAX ahora.
Además, en cuanto a la pregunta inicial: el deseo de una regulación así muestra de manera impresionante la forma de pensar de los tiburones de la construcción: ellos preferirían escribir en cada contrato que son los únicos que pueden hacerse ricos y que todos los riesgos deben ser asumidos por otros. Por eso me caen muy mal los tiburones de la construcción, porque engañan tanto a los propietarios como a los oficios por igual. Por eso yo siempre licitaría y adjudicaría todo por mí mismo, posiblemente con el apoyo de un jefe de obra experimentado. También puede ser un jubilado que se alegre de acompañar un proyecto así. Aunque cueste algo, ayuda a evitar problemas y puede ahorrar más costos de los que él mismo genera.