Ella está leyendo y yo discuto eso con ella.
Ella ni siquiera quiere que se lo regalen, quiere que la parte que ella aporte se le pague después.
La pregunta es si nos sometemos a la voluntad del banco, yo regalo y de alguna manera arreglo que después de la separación reciba de nuevo la parte del terreno y le dé su dinero.
Pero para ella sigue siendo perjudicial. Si hubiera invertido el dinero en otra cosa, habría recibido intereses.
El problema es que en la construcción de la casa no pueden separar el terreno y la casa. Están firmemente unidos, por lo que un copropietario del terreno siempre es también copropietario de la casa. Seguro que hay maneras de acordar contractualmente una reversión del trato, probablemente también a través de un notario. Pero alguien más puede asesoraros mejor en eso, nosotros no hicimos nada semejante.
Pero incluso si se sometiesen a la voluntad del banco, eso nunca se pondrá en vías oficiales hasta hoy. Para meterla en el registro de la propiedad habría que hacerlo notarialmente. En nuestro caso, la inscripción tardó meses.
Podría imaginar que el banco se oponga porque lo considera inmoral. El acto jurídico sería aparentemente muy perjudicial para tu pareja, tal vez temen que eso pueda anular el contrato legalmente.
Creo que los padres que avalan por sus hijos son algo diferente. Las relaciones padres-hijos no se disuelven tan fácilmente. En el caso de tu pareja, ella avalaría todo el crédito sin que nada de la casa le pertenezca. Para ella, si sale mal, es una insolvencia personal.
Aunque después redactéis un papel donde diga que en caso de separación ella recupera el dinero que aportó:
a) ¿de dónde sacas el dinero para pagarle?
b) ¿qué hace ella si te largas a Cerdeña con tu nueva pareja sin cumplir tus obligaciones contractuales en Alemania?
Claro que el escenario es absurdo, pero eso demuestra que ella después le debería al banco las cuotas completas, por una propiedad de la que no tiene nada.
No todas las separaciones transcurren sin problemas y después se es amable y considerado. He visto parejas que tras el divorcio se atacan psicológicamente de la peor manera, intentan manipular a los hijos y perjudicar económicamente al ex todo lo posible. Eso no es nada raro.
Yo nunca firmaría un contrato como el que planteáis, eso es un harakiri financiero.