Al final, la decisión entre gas o una bomba de calor aire-agua depende de cómo se estime la evolución del precio del gas y de la electricidad.
Personalmente, hoy en día también instalaría una caldera de gas, ya que no creo que el precio del gas se desacople tanto del precio de la electricidad durante la vida útil de la tecnología.
Dentro de 20 años podría ser diferente, quién sabe.
La situación mejora con una bomba de calor geotérmica mucho más eficiente. Pero para eso se necesita el terreno adecuado, así como la voluntad y la capacidad para realizar trabajos por uno mismo.
Sobre la durabilidad de la tecnología: tengo un quemador de aceite de 1982 en el sótano, que no ha dado ningún problema desde que me mudé a la casa.
Los costos operativos también se mantienen moderados, con el agua caliente y la calefacción no supero los 1000 € al año.
Por supuesto, el petróleo está muy barato actualmente, pero incluso un aumento del 50% en el precio no me sorprendería demasiado.
Claro, cuando el aparato falle se pondrá otra cosa, pero mientras funcione es bastante rentable.