El duende no guarda las habitaciones. Cada día determina de nuevo las áreas que debe aspirar. Es importante no cambiar nada de manera drástica mientras está aspirando. Es decir, no mover las sillas ni abrir/cerrar puertas en el área que está recorriendo en ese momento. Eso lo confunde, de algún modo.
Ayer olvidé mantener la puerta del baño cerrada. Lamentablemente me di cuenta demasiado tarde de que ya había estado brevemente en esa habitación. Por eso cerré la puerta cuando quiso volver a dirigirse hacia allí. Después del cuarto intento (acelerar, frenar, girar, volver a acelerar...) para entrar al baño, cedí. Cinco minutos después salió nuevamente y declaró su recorrido como terminado.
Al principio cambiamos de lugar o retiramos obstáculos por un momento. La consecuencia fue: tiempos de aspirado mucho más largos, recargas frecuentes y un duende que se movía de manera confusa.